lunes, 17 de octubre de 2011

Márketing meonista: Jugando las últimas desesperadas cartas de siempre


Opinión en Junín Ya

Por  MARTÍN CUELLO

Nos acercamos ya a una definición histórica en materia electoral en nuestra querida ciudad de Junín. Los debates se tornaron intensos y los decires y acciones del gobierno local de Mario Meoni traspasaron el supuesto decoro y respeto del que hasta el momento se jactaron. En el llamado acto de presentación de las propuestas realizado en la plaza Alem el pasado miércoles 5 de octubre por el actual intendente -en el supuesto caso de volver a ser electo-, la intensidad de las discusiones y el inquietante  y superador crecimiento del candidato del FPV Gustavo Traverso, llevan a Meoni a jugar sus últimas cartas y tal como lo expresa “con los dientes apretados y los puños cerrados”, dejando entrever ya sin titubeos ni contradicciones, sus verdaderos cimientos ideológicos y sus estrategias al desnudo para mantenerse al frente del municipio más importante del noroeste bonaerense.
Un acto que desde el “buen” marketing -la mejor estrategia política que el meonismo ha demostrado durante estos casi 8 años de gobierno- fue disfrazado en propuestas para cumplir con todas las necesidades de los barrios de la ciudad, cuando en realidad se trató sencillamente de nuevas promesas electorales tal como su gobierno nos tiene acostumbrados durante su mandato a pocos meses de los sufragios. Desfiles de maquinarias municipales, reiteración de las mismas promesas incumplidas (¿se acuerdan del puente bajo a nivel de calle Rivadavia que por tercera vez sin pudor alguno se vuelve  a presentar como propuesta?), parches deficitarios maquillados de obras de infraestructura, globos de colores y mucha propaganda transformando en éxito municipal, todos los trascendentales logros de esta Argentina en crecimiento, y escondiendo bajo la alfombra del olvido, toda la falta de gestión política, el atroz endeudamiento, la suba de las tasas, la denigrante remuneración de los empleados municipales, el silenciamiento e incluso los aprietes para acallar sus reclamos salariales, y el irreversible aislamiento regional, provincial y nacional, por nombrar apenas lo innegable.
 Se entiende el momento de inmensa preocupación que vive hoy el gobierno de Meoni, y tampoco deberían sorprendernos ya sus reiteradas estrategias, pero resulta inevitable no sentir cierto enojo con sus declaraciones y su insistente subestimación al pueblo juninense.
En su discurso de promesas electorales, de obras por 60 millones de pesos, camuflado en propuestas para Junín, no puede evitar mostrar a flor de piel su pensamiento mezquino, liberal y descalificatorio para todos aquellos que con orgullo y pasión creemos firmemente que los gobiernos de Néstor y Cristina en la Nación, y el de Gustavo en la ciudad, significaron y significarán cada vez con mayor fortaleza una transformación significativa e inesperada (teniendo en cuenta la década infame del menemato de la cual veníamos y la del meonismo en la ciudad que todavía padecemos), y ampliamente superadora en lo que hace al mejoramiento generalizado de las condiciones de vida y existencia de nuestro sufrido y vapuleado pueblo argentino.
No sólo nos subestima con sus “nuevas” falsas promesas, sino que además se arroga el derecho a denigrarnos tratándonos de indignos, arrodillados ante la prepotencia de los gobiernos autoritarios del kirchnerismo y además -como si ya fuera poca la socavación de nuestras convicciones- comprados por regalos venidos del cielo y de la cultura del no trabajo y el no esfuerzo. Nos parece que se le va mucho la mano. No puede entender que la mitad más uno o dos o tres  del pueblo argentino piensa totalmente distinto a él y apoya con sentido orgullo y convicción este modelo de país más allá de cualquier “regalo” eleccionario. Y al incitar a sus seguidores (unos trece mil electores en una ciudad de cien mil habitantes) a continuar acompañándolo en esa ruta de dignidad, como él llama, la de los que no se arrodillan ante los monstruos K, pidiendo más esfuerzos para lograr un nuevo triunfo, para construir el sueño de una mejor ciudad para sus hijos y todos los juninenses, y toda la batería de palabras claves que no pueden faltar en el doble discurso vacío de cualquier político del siglo pasado -los que lejos están de demostrar en su gestión lo que expresan en sus discursos- tales como trabajo, salud, educación, cultura, obras de infraestructura, crecimiento industrial, turismo, comercio, etc, etc, etc; disparadas memorísticamente sin ningún contenido ni sentimiento.
Termina así jugando con una gramática confusa que esconde que en realidad hace ya 8 años que viene gobernando la ciudad, tratándose de un tiempo más que razonable como para haber comenzado siquiera a concretar alguna de esas promesas, y entonces uno lo escucha como si nunca hubiera gobernado y ahora nos dijera por primera vez lo que haría si fuera electo intendente este 23 de octubre. Curiosa maniobra.
Son muchos los puntos que merecen detenidos análisis, ya que como se transmitía al principio de esta nota, es mucho lo que está en juego en estas elecciones y sobre todo, son muchos los juegos y las trampas discursivas a las que se vuelve a apelar intensamente y con mayor profundidad desde este gobierno local.
Apelar al esfuerzo de sus seguidores implica seguir tolerando el destrato laboral de los empleados municipales por ejemplo; a no exigir aumentos ni pretender que se cumplan sus derechos porque desde su punto de vista -tal como lo deja en claro en su discurso- se tratan de regalos caídos del cielo. La asignación universal por hijo, las netbooks en las escuelas, el fortalecimiento a emprendedores, las pensiones asistenciales, las ayudas urgentes, los planes federales de viviendas, las cooperativas de trabajo, las grandes obras de infraestructura, las jubilaciones sin aportes previos, los aumentos salariales en las paritarias y los préstamos y créditos a industrias y empresas, por nombrar apenas algunas medidas del gobierno nacional, son vistas por Meoni como inmerecidos “regalos”, que fomentan la cultura del no trabajo y del no esfuerzo.
Le faltó decir explícitamente que fomentan el consumo de alcohol y drogas, el juego clandestino y la vagancia, aunque a juzgar por sus compañías y sus afinidades ideológicas (basta con saber que es el candidato en la ciudad de Francisco De Narváez), no sería descabellado imaginárselo a él expresándolo abiertamente en confianza.
Lo cual no está mal en el sentido de que cualquiera puede opinar lo que crea sobre estos temas, y lo bueno incluso es que pueda desnudarse ideológicamente para dar a conocer mejor su pensamiento, aunque eso sí, obviamente, nosotros nos oponemos fervientemente a estas declaraciones y acá estamos desde nuestros distintos lugares discutiendo en serio y con propuestas claras, concretas y precisas (aunque también como estrategia de markenting se esfuerzan en ocultarlas), un verdadero gobierno municipal transformador de las realidades cotidianas de todos los vecinos de Junín, ampliamente superador y, lo que lejos está de ser menor, con el absoluto apoyo del gobierno de cristina Fernández y todo su gabinete nacional.
Hecho que también desde ese mismo marketing meonista –la que anticipamos la mejor sino la única estrategia de su gobierno- es ridiculizado y descalificado, pretendiendo negativizarlo a los ojos de los juninenses, con el osado agregado -practicando un salto mortal- de llegar incluso a pretender disputar el poder con la mismísima flamante Presidenta de la Nación, desde la arrogancia y el exacerbado narcisismo, ya sí ridículo, de ponerse a su altura.
 Como decíamos, son muchos los puntos que merecen detenidos análisis y dada la batería descontrolada de las estrategias meonistas, es imposible abordarlas en su justa medida en una simple nota.
Asimismo, no puede quedar pendiente el análisis de la apelación a la procedencia pobre del intendente, contando anécdotas de la extracción de agua por bomba, la falta de cloacas y todos los servicios, como si el hecho lo eximiera de las responsabilidades políticas o lo exculpara de la inmensa falta de servicios básicos en casi todos los barrios periféricos de la ciudad. Porque también se dio el “lujo” de manifestarse enojado con Gustavo Traverso por apoyar y trabajar con los vecinos de los barrios más postergados de la ciudad, sacando “chapa” de que él como niño pobre es el único que puede entender y trabajar sobre esa lamentable situación. Cosa que, como si fuera poco, nunca pudo demostrar en su gestión. Pareciera decir que como él vivió una infancia con carencias, los pobres del siglo XXI en Junín no tienen derechos ni motivos justos de reclamos ni exigencias a su gestión, dado que las carencias son preexistentes y los servicios esenciales un “regalo del cielo” que los mal acostumbraría. Porque, además, como bien lo expresó, él cree únicamente en el esfuerzo y el progreso individual. Máxima neoliberal si las hay. “Lo que tú tienes lo mereces”, por tu propio esfuerzo o por la falta de los mismos. No existe para Meonismo el crecimiento económico y social colectivo como el que estamos viviendo en casi toda América Latina y muy particularmente en la Argentina siglo XXI gracias a las excelentes políticas públicas aplicadas desde 2003 por los gobiernos de Néstor y Cristina. El mundo entero lo sabe y lo reconoce con profundo respeto y admiración. Sólo le falta saberlo a un puñado importante de argentinos, en su mayoría hablados por falsos profetas mediáticos y desde la desinformación maliciosa del periodismo dominante por décadas.
Medios de desinformación masiva que ya perdieron la batalla cultural en su manipulación de la opinión pública, ante el arrollador triunfo de Cristina en las elecciones primarias de agosto. Ahora, ahora vienen más tiempos de definiciones trascendentales y Junín parece estar preparado para subirse al tren inclusivo del híper desarrollo económico, político, social y cultural que el Proyecto de país Nacional y Popular viene profundizando desde la gestión misma a partir de 2003. Por eso el 23 de octubre Gustavo Traverso es la única propuesta transformadora. Lo demás es sólo marketing y confusión, aunque como se dice y se sabe “el sol no se puede tapar con las manos”.  
                                                               
       

No hay comentarios:

Publicar un comentario