miércoles, 5 de octubre de 2011

La Lealtad


Por Luis Gramuglia
"De acuerdo con el concepto clásico, significa cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y del honor. Cada hombre necesita confiar en la lealtad del que está al lado; cada Pueblo necesita confiar en otro Pueblo y en su Conductor, así como para este es indispensable poder entregarse ciegamente a sus hombres y a su Pueblo. La lealtad es la base de la acción; lealtad del que dirige, lealtad del grupo hacia sus dirigentes. La lealtad no puede ser nunca condición a una sola punta".
Juan D. Perón, julio 24 de 1947
El concepto de LEALTAD está muy arraigado en el peronismo, particularmente desde aquel 17 de octubre de 1945 cuando el pueblo salió al rescate de su líder el gral. Juan Perón.
La LEALTAD es un valor irrenunciable. No se puede concebir una acción colectiva sin que impere tal concepto. Uno debe LEALTAD a quien conduce del mismo modo que éste tiene que actuar en forma recíproca con el pueblo que lo sigue.
Lamentablemente, desde aquella fecha fundacional, la historia del movimiento estuvo signada por traiciones que intentaron --por suerte, vanamente-- torcer el curso del derrotero justicialista hoy encarnado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Hubo dirigentes que plantearon el "peronismo sin Perón" (Vandor) o dirigentes que se apuraron por congraciarse con dictaduras que reprimían al pueblo peronista.
¿No traicionaron, acaso, aquellos dirigentes de la Renovación que en 1988, cuando Menem ganó la interna, salieron como ratas por tirante para abrazar al riojano?
¿No fue una TRAICION mayúscula el programa de gobierno de Menem-Duhalde que arrasó con las banderas históricas del peronismo, sumiendo al país en la miseria, la pobreza, la indigencia?
Pero la TRAICION no es patrimonio sólo de peronistas. Parece que algunos sienten que actuar con deslealtad les ha de reportar algún beneficio.
¿Usted acaso duda de que no estoy hablando del radical Julio Cobos? Por cierto. Fue electo como vicepresidente en 2007 en una fórmula con la presidenta Cristina Fernández a quien se comprometió a apoyar desde el lugar institucional que el pueblo, con su voto, le señaló.
Cobos, en 2008, con su voto "no positivo" fue parte de un intento desestabilizador promovido por los grandes grupos mediáticos y las patronales agropecuarias, además de sectores de clase media urbana.
Pero Cobos no estuvo solo en su desvarío. Aquí, en Junín, fue acompañado por el intendente Mario Meoni quien, despues de adherir al kirchnerismo, se manifestó solidario con Cobos y comenzó a transitar el camino que lo llevaría a un cargo expectable en caso que el vicepresidente se pusiera la banda presidencial en reemplazo de la presidenta, en momentos en que se mencionaba el fin del ciclo kirchnerista.
Meoni se sintió que tocaba el cielo con las manos. ¿Acaso no recuerdan que era mencionado como "jefe de Gabinete" en un supuesto gobierno cobista?
Pero la ilusión de desplazar a la presidenta terminó abruptamente apenas Cristina se decidió a profundizar su acción de gobierno, a reivindicar los valores del peronismo de Perón y Evita, de avanzar por el camino del crecimiento económico con inclusión social.
Así pulverizó esas apetencias más propias de los TRAIDORES que de aquellos que entienden que la democracia es respetar el pronunciamiento de las mayorías.
Por eso, cuando estamos a pocos días de celebrar el DIA DE LA LEALTAD recordemos estos actos de DESLEALTAD para que el ciudadano de Junín sepa como actúa cada uno frente a determinadas circunstancias de nuestra vida política.
La LEALTAD significa honrar al pueblo que elige una idea, una doctrina, una forma de gobernar. Los peronistas lo tenemos claro. No se puede estar en la misa y en la procesión.
Al margen de la incompetencia en la gestión, Meoni se comportó como quien cree que la política es una actividad que admite cualquier cosa, estar hoy aquí, mañana allá. Pues bien. El votante debe tener en cuenta que quien TRAICIONA una vez puede repetir esa conducta.

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