sábado, 2 de julio de 2011

JUNIN NECESITA UN CAMBIO DE FONDO. Luis Gramuglia.

Es curiosa la trayectoria política del intendente radical de Junín,
Mario Meoni por lo menos a la luz de lo sucedido desde 2007 para acá.
Aliado del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en
el marco de la concertación que permitió la inclusión en la fórmula
del también radical Julio Cobos como vicepresidente, afrontó la
iracundia de los productores “autoconvocados” en el primer tramo del
conflicto entre las patronales agropecuarias y el gobierno en 2008.
Sin embargo, esa adhesión duró poco. Apenas Cobos dio su voto “no
positivo” en aquella noche de mediados de julio, inclinando la balanza
a favor de los sectores agropecuarios concentrados, Meoni no dudó en
acompañar esa traición.
Aún recordamos la imagen de Cobos regresando a su provincia en auto
luego de su acto de extrema deslealtad con quien se había comprometido
a apoyar, como si fuera un enorme estadista. Su popularidad parecía
inalcanzable. Los productores, a la vera de las rutas, lo saludaban,
vivaban su nombre, agitaban banderas argentinas. Parecía que estaba
emergiendo en el horizonte político el hombre imprescindible, aquel
que, en cualquier momento, podía asumir el gobierno en caso que la
presidenta Cristina Fernández decidiera dar un paso al costado.
Detrás de esa figura, a cuya construcción colaboraron los medios
hegemónicos, se encolumnaron no sólo Meoni, sino también otros
dirigentes de la UCR que vieron en Cobos la posibilidad cierta de
llegar al poder.
Incluso, en algún momento se habló de un eventual gabinete de Cobos en
el que nuestro intendente aparecía como candidato a la jefatura de
Gabinete.
Una carrera meteórica, detrás del político a quienes muchos le
atribuían una capacidad que luego veríamos que jamás existió.
Hoy la realidad es distinta y además, es la única verdad. Ya Cobos no
es quien fue en ese tiempo de desestabilización del gobierno. Intentó
ser candidato a presidente, luego amagó con la gobernación de Mendoza,
después con una diputación. Hoy Cobos a lo que aspira es a finalizar
su mandato el próximo 10 de diciembre para decirle al pueblo argentino
que hubo un radical que terminó su gestión en tiempo y forma.
Aspiración bastante exigua para un político. Pero en esto hay que
entender a los radicales: desde que retornó la democracia, en el ´83,
Alfonsín y De la Rúa debieron abandonar el gobierno en medio de crisis
impresionantes.
Sus seguidores quedaron a la intemperie, sin su referente que, lisa y
llanamente, los abandonó a su suerte. Segunda traición, podríamos
decir.
Meoni, entonces, huérfano de apoyo está al frente de un municipio
detenido en el tiempo, sin obras importantes, sin acceder a programas
que el gobierno nacional tiene para municipios y provincias,
independientemente del color político de quienes los gobiernan.
Hay ejemplos varios que podemos mencionar en este sentido.
No hay planes de viviendas, pese a las necesidades habitacionales que
tienen muchas familias juninenses ni nada que nos permita abrigar la
esperanza de que las cosas podrán cambiar en el futuro inmediato.
La orfandad política de Meoni repercute en esta ominosa realidad que
vive la ciudad.
Entonces, qué necesita Junín? Un intendente que entienda que significa
hacer política para favorecer a los sectores más desprotegidos de la
sociedad local. Gustavo Traverso entiende este concepto. Pero no a
partir de un alineamiento obsecuente, sino de una adhesión a un modelo
que pueda traducirse en un cambio para Junín, una de las principales
(sino la principal) ciudad del noroeste bonaerense, enclavada en una
rica zona de la pampa húmeda.
Entonces, tenemos que convocar a todos a cambiar, a no tener miedo al
cambio, porque este cambio beneficiará al conjunto de la población
juninense y no a un sector determinado.
En los afiches está Traverso con Cristina. No es meramente una foto
engañosa, que pretende hacernos creer que quien aparece al lado de
nuestra presidenta está consustanciado con este proyecto. Hay una
relación visceral con el modelo.
Desde este espacio hablamos de políticas públicas para mejorar la
calidad de vida de nuestros habitantes.
En esa dirección, tenemos dos instancias: el 14 de aqosto, en las
internas y el 23 de octubre en la elección nacional.
Para alcanzar la victoria en ambos casos habrá que confrontar,
discutir, convencer, persuadir a todos y cada uno para que entiendan,
desde la más absoluta racionalidad, que estamos ante una oportunidad
histórica para que el PERONISMO asuma la conducción de este municipio.

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